Pruebas para un nuevo sistema de admisión de envíos - 2a. fase

A mediados de diciembre de 2005 se inició la segunda fase de las pruebas para implantar el nuevo sistema de admisión de envíos en las oficinas de correos.

En esta segunda fase se han seleccionado una treintena de oficinas distribuidas por todo el Estado, que se han sumado a las 3 que ya participaron en la primera fase (Erandio, Tres Cantos y Vigo O.P.).

El inicio de esta nueva fase estaba previsto para el 16 de diciembre, pero en esa fecha y por diferentes razones (principalmente la falta del equipamiento necesario) sólo unas pocas de las oficinas seleccionadas pudieron iniciar las pruebas. El resto de oficinas se fueron incorporando de forma progresiva en las semanas siguientes.

El criterio y funcionamiento interno en las oficinas es idéntico al comentado para la primera fase, aunque en esta segunda fase ya se permite la admisión de envíos de correo internacional.

Para ello, y como se había comentado en el artículo anterior, se ha modificado el texto que se imprime en los envíos: En la nueva marca postal, en lugar de un críptico AOSE, ahora se puede leer el texto Franqueo pagado en oficina.

Una vez abonada la tarifa correspondiente, las cartas se trasladan a una máquina canceladora equipada con un cliché o troquel especial, que imprime de forma mecánica (con tinta) directamente sobre las piezas postales la marca que acredita su admisión en la oficina y fecha.

En la imagen puede verse la marca postal realizada en la Sucursal 5 de Bilbao, con fecha del primer día de funcionamiento del nuevo sistema de admisión.

Algunas de las oficinas han sido dotadas con nuevas máquinas canceladoras.
Otras simplemente han realizado modificaciones en el troquel: Esta sucursal de Bilbao, por ejemplo, simplemente ha modificado el texto que aparece en el rectángulo derecho.

La mayoría de oficinas realizan una marca postal del tipo anterior, el más común, aunque puntualmente unas pocas emiten otro tipo de marca postal, como el caso que se muestra de la oficina de correos de Erandio, en Vizcaya.

La máquina canceladora es posiblemente la misma; Antes de las pruebas (imagen inferior) la cancelación se efectuaba con el matasello fechador y un rectángulo publicitario a la derecha, y durante las pruebas se mantiene el fechador en la misma posición y se ha incluido la nueva marca postal a la izquierda (imágenes superior y central).

Al menos en teoría, todas las oficinas de correos en las que se ha puesto en práctica este nuevo sistema de admisión de envíos, deberían estar equipadas con dos máquinas canceladoras; una especial para los envíos entregados en la propia oficina sin franqueo, en cuyo troquel figuraría el texto "Franqueo pagado en oficina", y una segunda canceladora para los envíos que llegan ya franqueados a la oficina o recogidos en los buzones.
En el primer caso la marca postal correspondería al franqueo de la pieza postal, mientras que en el segundo caso se trata simplemente de una cancelación o matasellado del franqueo ya incluido, como venía haciéndose hasta ahora. Dos conceptos absolutamente diferentes.

Pero en la práctica ésto no es así; o no se dispone del doble equipamiento, o se tiene muy poco en cuenta esta diferenciación, ya que en muchas oficinas se utiliza la misma marca postal tanto si la carta llega ya franqueada, como si no ... Una auténtica chapuza.

Uno de los problemas con este nuevo sistema de admisión es qué hacer con los paquetes, envíos o cartas que por sus características de tamaño o volumen no se pueden pasar por la canceladora. En este caso, cada oficina procede según sus propios criterios o posibilidades: Algunas utilizan un simple matasello fechador, mientras que en otras oficinas se dispone de tampones manuales similares a la marca postal que realizan las canceladoras.
Es cuando menos sorprendente que algunas oficinas dispongan de este tipo de tampones manuales, mientras que otras que los han demandado especialmente se les han negado aduciendo razones de falta de control (cualquiera podría fabricarse uno ...).

La implantación de este nuevo sistema de admisión en algunas oficinas provocó en los primeros días algunos retrasos y problemas en la conducción y reparto de los envíos, ya algunos equipos y centros de distribución desconocían estas pruebas y las marcas postales correspondientes.

Uno de los ejemplos más curiosos que conocemos tiene su origen en la oficina de correos de Valls, en Tarragona, otra de las oficinas seleccionadas para las pruebas.

Para asegurarse y como puede apreciarse, la carta llegó a su destino con 3 marcas postales distintas (!!!): una marca postal realizada por la máquina canceladora, un matasello fechador manual y una nueva marca postal realizada manualmente con un tampón (el que se utiliza para envíos de gran formato y paquetes).

Incluso así, la carta tardó 7 días en recorrer una distancia de 20 km ...

Dejando a un lado las numerosas curiosidades postales que está generando la improvisación y el malfuncionamiento de algunos de los equipos utilizados, como el ejemplo que se muestra en la imagen adjunta, lo cierto es que estas pruebas están sacando a relucir un gran problema que ya se preveía en la primera fase y, por supuesto, tiene este nuevo sistema propuesto, y es la total falta de control en la admisión.

A pesar de los más o menos complejos métodos de control que alguna oficina está intentando poner en práctica, lo cierto es que con este nuevo sistema de admisión no hay ninguna forma más o menos efectiva de controlar o comprobar que, para una pieza postal que llega sin franquear a una oficina de correos y entra en la Red postal, se haya abonado la tarifa correspondiente. Todo el supuesto control queda en manos de los empleados postales que atienden en las ventanillas o, dicho de otro modo, cualquier empleado puede incluir en la Red postal los envíos que desee sin ningún problema; una vez admitido por ventanilla es absolutamente imposible detectar si para un determinado envío se ha pagado la correspondiente tarifa postal o no.

Correos nunca dejará de sorprendernos: una de las razones argumentadas para la implantación de este nuevo sistema de admisión es la supuesta falta de control en la emisión de estampillas (por lo visto se habían detectado puntualmente algunas falsificaciones ...), y se propone una opción cuya principal característica es, precisamente, la absoluta falta de control ...
Ver para creer ...



Absolutamente nada tiene que ver esto con los ATMs, ni tampoco con los sellos de valor variable. Por tanto, nada tampoco que ver con el tema que se estudia en esta página web, por lo que este tema se trata sólo en la medida que supone una evolución o afecta la pervivencia o no de "nuestros" ATMs.


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