La proliferación de etiquetas adhesivas para franqueo, o como algunos gustan también denominar sellos adhesivos de valor variable, en nuestro servicio de correos nos ha hecho desviar la vista hacia esta modalidad de franqueo que, quizás muy a pesar de la casi totalidad de los filatélicos, está ganando cada vez más adeptos en nuestro país. Nos referimos a los ATMs
que vienen franqueando gran parte de la correspondencia española
desde que se difundiera su uso a partir de su publicación en
el Boletín Oficial de Correos de fecha 27 de marzo de 1992.
El número de emisiones
supera ya la treintena, a lo que habría que añadir algunas
variedades existentes en al menos dos de estas series (Cornamusa
-1ª emisión- y Literatura), en las que los
diferentes fabricantes produjeron estas etiquetas con unas características
propias fácilmente identificables.
La emisión
de estas etiquetas viene originada algunas veces por la negativa de
la Comisión de Programación de Emisiones de Sellos
y demás Signos de Franqueo a emitir un sello con el motivo
solicitado por alguna entidad, con lo que se ofrece la no siempre despreciable
alternativa del ATM.
En muchos de estos casos
la celebración del motivo que conmemora la etiqueta emitida lleva
consigo la emisión de cancelaciones especiales con lo
cual favorece la confección de cualquier tarjeta máxima.
Debido a que los ATMs
permiten que se les puede aplicar cualquier valor facial, es aconsejable
que, para la confección de una tarjeta máxima,
ésta se franquee con algunos de los valores de la serie básica
vigente en el momento de su cancelación, o que la etiqueta lleve
impresa al menos la tarifa mínima en vez de cualquier tarifa
simbólica. Artículo
publicado en la revista "APUNTES DE MAXIMOFILIA" ( ASEMA - Asociación
Española de Maximofilia ) nº 18 - Junio de 2000
Las Tarjetas Máximas que ilustran esta página son realizaciones particulares de Juan M. Laynez Ramírez, autor del artículo y miembro de ASEMA
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