Modelos EPELSA. Prototipos térmicos - Emisiones de prueba

A mediados de los años 90, Correos de Cuba había iniciado un plan de modernización de sus oficinas de correos que incluía la compra de cerca de 500 balanzas -modelo Correos Comercial- y equipos de pesaje a la empresa española EPELSA. Estas balanzas permitían establecer la tarifa de una carta o paquete a partir de su peso, destino y tipo de envío, pero no emitían ningún signo de franqueo.

En un proceso lógico de evolución, en octubre de 1998 un representante comercial de EPELSA visitó la isla para dar a conocer a los responsables de los correos cubanos sus balanzas franqueadoras modelo ET-CB Correos (imagen izquierda) y, por extensión, el sistema de franqueo basado en la emisión de ATMs o sellos de valor variable. Sin lugar a dudas, la exitosa experiencia y la masiva utilización de balanzas franqueadoras en todas las oficinas de Correos en España eran un magnífico referente y ejemplo a seguir para otras administraciones postales de la región, como fue también el caso de República Dominicana y, luego, Costa Rica.

Para esta demostración se pidió a la empresa española OVELAR, S.A. que fabricase algunos rollos con etiquetas térmicas autoadhesivas de muestra, con diseños simples basados en temas relacionados con Cuba, y que servirían para mostrar también las interesantes posibilidades filatélicas de la propuesta. El resultado fueron estos 4 curiosos modelos:

Quiero bailar la salsa	Maracas
Viva la revolución	Fidel Castro

Las etiquetas tienen similares características a las realizadas por encargo de la RCM-FNMT para Correos de España en el mismo periodo. Están fabricadas en papel térmico autoadhesivo (no fosforescente, en este caso), miden 47 x 27 mm., y presentan idénticas ondulaciones laterales y el troquelado circular central de seguridad.

Se fabricaron rollos de cada diseño con aproximadamente 100 etiquetas autoadhesivas impresas en offset, que se utilizaron en la demostración de la balanza franqueadora de muestra, si bien en su mayor parte se repartieron finalmente como curiosidades entre los numerosos asistentes a la reunión.

Incluso a pesar de tratarse de una emisión de prueba, la etiqueta con la imagen de Fidel Castro motivó algunos comentarios entre los asistentes, pues en Cuba, como en muchos otros países, no se permitía que personas vivas aparecieran en sellos y emisiones filatélicas.

La propuesta de EPELSA fue inicialmente aceptada.
En ese periodo se estaba empezando a preparar en España el plan renove que, con motivo del cambio al Euro, sustituiría todas las antiguas balanzas franqueadoras Epelsa ET-CB en servicio en oficinas de Correos por los nuevos equipos ET-RL/T adaptados a la nueva moneda.
Para poder ofrecer una opción económica y asumible a Correos de Cuba, se decidió aprovechar estas balanzas ET-CB, cambiando el logotipo de la administración postal y adaptándolas al sistema tarifario de Cuba. De esta forma, el 24 de abril de 2000, Correos de Cuba decidió informatizar las ventanillas de sus oficinas postales con estas balanzas y, a partir de esa fecha, aproximadamente 500 balanzas franqueadoras ET-CB se distribuyeron, a través de un representante local, por oficinas de correos de todo el país.
Al igual que en España con el sistema IRIS de Correos, las balanzas franqueadoras en Cuba estarían enlazadas mediante una aplicación informática global de gestión de los servicios postales llamado Mercurio, desarrollada por el ICID (Instituto Central de Investigaciones Digitales).

Se decidió igualmente la fabricación de los dos primeros modelos o adhesivos de base a utilizar en las balanzas franqueadoras. Basándose en la experiencia y características de las emisiones ATM de tipo térmico de España, se encargó la fabricación de los rollos de etiquetas térmicas autoadhesivas a la empresa OVELAR, S.A. Los diseños se realizaron a partir de fotografías facilitadas por los propios Correos de Cuba, y muestran el monumento a José Martí en el Parque Central de la Habana, y el Castillo de los Tres Reyes del Morro, visto desde el popular Malecón Habanero.

Monumento a José Martí	Castillo de los Tres Reyes del Morro

Como en el caso anterior, las etiquetas tienen similares características a las realizadas para Correos. Están fabricadas en papel térmico autoadhesivo (no fosforescente), miden 47 x 27,3 mm., y presentan las ondulaciones laterales y el troquelado circular central de seguridad, si bien -como curiosidad- en este caso se desplazó a la parte inferior de las etiquetas, invadiendo la zona reservada para la impresión térmica de las balanzas franqueadoras. La impresión del diseño es en offset y, como medida de seguridad adicional, también se repite la microimpresión continua de CORREOS bajo esta misma palabra.
Estos modelos iniciales, aprobados por los responsables de los Correos cubanos, se fabricaron en la primavera de 2000, con una tirada aproximada de 25.000 etiquetas para cada modelo.

El 2 de mayo de 2000 se realizaron las primeras pruebas de interconexión entre balanza y la aplicación Mercurio, para comprobar la correcta integración de las máquinas con esta aplicación y la gestión de datos. Estas pruebas se realizaron en la Habana, en la oficina de correos de la zona 6, en la planta baja del edificio del Ministerio de Comunicaciones, si bien posteriormente se extendieron a otras oficinas postales.

Finalmente, el 29 de junio de 2001, se realizó una nueva prueba en una oficina postal piloto ubicada temporalmente en la Lonja del Comercio de la Habana (imagen derecha), en la calle Lamparilla de la Habana Vieja, donde 2 balanzas franqueadoras Epelsa ET-CB estuvieron emitiendo sellos de valor variable con ambos diseños (1).

Tras esta prueba piloto se preveía que el resto de balanzas Epelsa también funcionarían emitiendo estampillas. Pero en ese momento se decidió incorporar un código de barras que se imprimiría sobre las estampillas para poder hacer un seguimiento de la correspondencia, y se decidió parar la emisión de sellos de valor variable hasta que se realizasen las modificaciones oportunas en la aplicación informática.

La indecisión sobre el código a utilizar, luego la introducción de un nuevo sistema informático y, más tarde, distintos cambios y problemas internos en Correos de Cuba, fueron paralizando la continuidad de esta interesante propuesta postal y filatélica, con lo que las balanzas sólo se utilizan actualmente para pesar y tarifar, pero no emiten sellos.



(1) Desafortunadamente, al cierre de este artículo no disponemos de ningún ejemplar de los ATMs emitidos durante esa fecha, posiblemente sólo unas pocas horas, si bien existen y esperamos poder mostrarlos más adelante.