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Las
nuevos equipos, dotados de pantallas táctiles, eran de dos tipos
: Terminales postales (llamados Autómata I) y terminales
de comunicaciones (Autómata II) :
El
autoservicio
o terminal postal IBM estaba programado para la venta de ATMs
o sellos de valor variable ( tipo
Klüssendorf ) y tarjetas
postales prefranqueadas, y estaba equipado con una balanza de tarifación
según el peso y destino. También podía ofrecer información
sobre servicios postales y telegráficos, filatelia, nuevos productos,
tarifas, códigos postales, red de oficinas, publicaciones y anuncios.
El
terminal
de comunicaciones AT&T incorporaba un scanner y permitía
el envío de giros postales y telegráficos ( ordinario o urgente
), transmitir un fax o un telegrama nacional o internacional, así
como solicitar la adquisición de series filatélicas. También
podía suministrar idéntica información que el terminal
postal y aún operaciones más complejas, como el seguimiento
de Postal Exprés, formular reclamaciones, sugerencias y otras consultas.
En
total se consideraba la instalación de 100 máquinas de autoservicio
(50 de cada tipo, con una inversión de más de 700 millones
de pesetas) en 10 provincias españolas ; provincias de alta densidad
demográfica o importante infraestructura turística, oficinas
con un alto volumen de admisión, centros comerciales, aeropuertos
y estaciones de ferrocarril, y lugares donde la atención al público
era insuficiente. En cualquiera de estos autoservicios se podía
pagar con monedas y billetes, pero teóricamente también con
tarjetas de crédito, y facilitaban recibos de la compra efectuada.
No
se instalaron todas la máquinas previstas y tuvieron muchos problemas
de funcionamiento y mantenimiento ; todo un fracaso que culminó
con la retirada de todos los equipos instalados por la geografía
española. |